Aunque está muy profundamente ligada a la filosofía budista y a la cultura tibetana, la medicina tradicional tibetana se practica de forma habitual en Tíbet, Mongolia, Bután, Nepal y otras regiones Himalayas, así como en distintos puntos de China y Rusia.

Tiene un enfoque holístico muy semejante a la visión budista. Es decir: Los síntomas más concretos y evidentes (dolores, lesiones, inflamaciones, etc) no son algo que debamos aliviar o disimular sin más, sino que obedecen a causas y circunstancias más profundas y que a menudo encuentran su origen en aspectos básicos como la alimentación o desajustes en las tres principales energías sutiiles que recorren nuestro organismo. En realidad, se considera que no hay diferencia entre las enfermedades del cuerpo y las aflicciones mentales (enfado, envidia, etc) en tanto que las dolencias físicas se originan de forma última también en la mente.

La valoración puede obtenerse por medio de distintas técnicas, como la observación de la orina, el aspecto de la lengua y los tratamientos son muy variados, desde masajes hasta cambios en la alimentación, pasando por un amplio abanico de procedimientos naturales contra patologías como colon irritable, hepatitis, molestias menstruales, fibromialgia, rinitis, etc.

Lama Jampa, además de un muy querido maestro budista, es un cualificado médico tibetano. Se formó en su Tawang natal, al norte de la India, y ejerce en España desde hace más de diez años. Desde su inauguración, pasa consulta en Chökhorling Madrid. La primera cita suele consistir en observar los pulsos y la lengua, y mantener una entrevista personal. Rimpoché habla inglés y se defiende bastante bien en castellano, pero en la consulta cuenta con la asistencia de la monja Ani Tenzin, como enfermera y como traductora tibetano/español.

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