Este martes, día 12, se celebra el Día de Lama Tsongkhapa, un ser verdaderamente extraordinario, por lo que es un buen momento para recordar que ese día a partir de las 19:30 celebraremos en Chökhorling Madrid una ceremonia de devoción al maestro (Lama Chöpa) y para familiarizarnos con una de las oraciones más cotidianas para los estudiantes de tradición gelugpa, el Migtsema:
MIGTSEMA
MIG ME TSE WE TER CHEN CHEN RE ZIG
DRIME KYEN PE WANG PO YAM PE YANG
DÜ PUNG MA LÜ YOM DSE SANG WE DAG
GANG CHEN KE PE TSUG GYEN TSONG KA PA
LO SANG DRAG PE SHAB LA SOL WA DEB
«Chenrezig, gran tesoro de compasión libre de objeto;
Manjushri, maestro de sabiduría sin error;
Vajrapani, destructor de todas las hordas de maras;
Tsong Khapa, corona de los sabios de la Tierra de las Nieves;
Lobsang Drakpa, a tus pies hago súplicas»
El Migtsema es una breve alabanza que el propio Lama Tsongkhapa quiso dedicar a su maestro, Rendawa Skyönnu Lodrö. Cuando recibió la alabanza, se sintió muy alagado y agradeció el ofrecimiento, pero dijo que el propio Tsongkhapa era un ser mucho más elevado que él, por lo que Rendawa decidió dedicársela de vuelta. Desde entonces, el migtsema es una alabanza a Tsongkhapa que no falta en cualquier ritual de la tradición gelugpa, de la que es su fundador.
También conocido como Je Tsongkhapa o, simplemente, Je Rimpoché, nació en 1357 en la región tibetana. Es considerado una emanación simultánea de Manjushri, de Guru Rimpoché (Padmasambhava) y Vajrapani, además de ser la reencarnación de un niño que se acercó a ofrecer un rosario de cristal al Buda. Desde entonces, el propio Sakyamuni profetizó que aquél niño sería en el futuro una figura clave en la expansión del Dharma en «la Tierra de las Nieves» (Tíbet).
Su nacimiento estuvo rodeado de señales, algo que llamó la atención del lama Chöje Döndrup Rinchen, que ofreció ganado a su padre rogándole que le permitiese hacerse cargo de su educación. Tenía tres años y vivía en el valle de Tsongkha (de ahí su apodo). Aprendió a leer y escribir con sorprendente facilidad y recibió el nombre de Lobsang Drakpa cuando fue ordenado como monje de Su Santidad el 4º Karmapa. Con ocho años ya tenía un conocimiento muy avanzado de las prácticas tántricas, y con dieciséis ya estaba estudiando en profundidad todo el Sutra y el Tantra, convirtiéndose él mismo en un gran maestro. Ponía mucho énfasis en la importancia de estudiar y practicar, cosa que él hacía constantemente, ocupando la totalidad de su agenda diaria con más y más prácticas de Dharma. Había recibido muchas visiones directas de Manjushri en las que el Buda de la Sabiduría le había conferido importantes transmisiones secretas, y tenía dominio de ciertos siddhis (capacidades milagrosas) pero sólo habló de ello con algunos de sus discípulos más experimentados cuando lo consideró realmente necesario. Dedicó varios años a profundizar en los sutras de la Perfección de la Sabiduría y en los cinco grandes tratados de Maitreya, así como muchos comentarios relacionados.
Tsongkhapa daba una gran importancia a observar de forma estricta la disciplina ética, y muchas veces enseñó sobre el Vinaya -el código de conducta de los monjes establecido por el propio Buda Sakyamuni-. Tanto es así que decidió usar un gorro de color amarillo, color que representa la disciplina ética. Esta es la razón por la que sus discípulos empezaron también a llevarlo al establecerse la escuela Gelugpa; la más moderna en relación con las escuelas Nyingma, Sakya y Kagyu.
Como parte de su incansable práctica, Je Tsongkhapa realizaba largos retiros cada cierto tiempo. En uno de ellos recibió una visión de Nagarjuna acompañado de sus cinco discípulos principales, y tras recibir ayuda de Lama Umapa consiguió establecer un vínculo directo entre su mente y Manjushri. Durante el invierno de 1393, tras recibir instrucciones directas de Manjushri, dejó de dar enseñanzas y se retiró de toda actividad pública. Le acompañaron ocho de sus estudiantes, seleccionados minuciosamente. Vivieron de forma muy austera, llevando a cabo diversas prácticas de purificación y generación de méritos, recitando mantras, haciendo postraciones y ofrecimientos del mandala muchos miles de veces. Se dice que fueron casi dos millones de ofrecimientos del mandala (en la imagen), y tres millones y medio de postraciones. Todo ello sin dejar de estudiar los grandes textos.
Durante el último año de retiro tuvo un sueño en el que Buddhapalita -uno de los grandes maestros de la tradición sánscrita- se le acercaba con un libro, tocándole la cabeza con él. Tsongkhapa despertó en ese momento y volvió a leer la última estrofa del comentario de Buddhapalita sobre la naturaleza de la realidad que precisamente había estado leyendo la noche anterior: Gracias a ello, él mismo alcanzó la visión directa de la realidad última de todos los fenómenos, alcanzando la iluminación.
Fue entonces cuando compuso su Alabanza a Buda Sakyamuni. También, en otro retiro, recibió durante un mes entero instrucciones de todos los grandes maestros desde el Sakyamuni hasta Atisha, quien vivió en Tíbet en el año 1000 y asentó las bases para la gran obra de Lama Tsongkhapa, el Lam Rim Chen Mö (El Gran Tratado sobre los Estadios en el Camino a la Iluminación), conocido popularmente como Lam Rim a secas, y que no sólo abarca la totalidad de la enseñanza del Buda, sino que establece el orden específico en que los estudiantes deben practicar. Si hay un texto sagrado que destaca entre los demás, tanto en el budismo tibetano en general como en la tradición gelugpa en particular, sin duda se trata del Lam Rim Chen Mö.
Sin embargo no es el único trabajo que realizó. En total escribió 210 grandes tratados, incluyendo joyas como Los Tres Aspectos Principales del Camino, el Fundamento de Todas las Buenas Cualidades, el Gran Comentario sobre el Mulamadhyamakakarita de Nagarjuna, la Gran Exposición del Mantra Secreto y otros, entre ellos distintas versiones del propio Lam Rim. Otra de sus obras más conocidas es la construcción cerca de Lhasa del monasterio de Ganden (en la foto), en homenaje a Ganden, la «gozosa» Tierra Pura de Maitreya. Tras completarse las obras, fue consagrado en 1410. Años después, Lama Tsongkhapa pidió añadir varias salas más para albergar varios mandalas e imágenes de distintos yidams (budas, bodisatvas…) elaborados por artesanos bajo su supervisión personal. Desgraciadamente, estas joyas de valor incalculable fueron destruidas con la ocupación china sobre Tíbet en 1959. Con el exilio de muchos de los grandes lamas y monjes, a partir de ese momento el monasterio de Ganden, junto con muchas de las otras universidades monásticas tibetanas, fue restablecido en la India.
Durante sus últimos años, hasta alcanzar finalmente el Parinirvana en 1419, Tsongkhapa se dedicó a ofrecer enseñanzas como abad de Ganden. Con su propio ejemplo y gracias también a sus propios discípulos el budismo volvió a difundirse aún con más fuerza en Tíbet, expandiéndose también a China y Mongolia. Entre sus estudiantes personales se encontraban Jamyang Dorje (fundador del monasterio de Drepung), Chöje Sakya Yeshe (fundador del monasterio de Sera), Khedrup Gelek Pensang (Primer Panchen Lama y fundador de Tashi Lhunpo) y Gendün Drup (quien posteriormente sería reconocido como Primer Dalai Lama). Desde 1419, la máxima autoridad de la escuela Gelugpa recae en los Ganden Tripa («Sostenedor del Trono de Ganden»), que se han venido sucediendo hasta el presente con una periodicidad de siete años. El actual y 104º Ganden Tripa es Su Eminencia Kyabje Lobsang Tenzin Pelsang, quien fuese abad de la Universidad Tántrica de Gyume entre 1985 y 1991.
El Día de Lama Tsongkhapa, en tibetano Ganden Ngamchö, conmemora su entrada en Parinirvana y se observa el 25º día del 10º mes del calendario tibetano.